Cuando los sueños se abrazan y se visten de toga: 228 historias, 228 graduados de FIEC. Disciplina, dedicación, compromiso, confianza, humildad, gratitud y tenacidad. Así resumieron —con la voz aún cargada de emoción— lo vivido en estos años Andrea Vélez, Leonardo Salguero, Fiorella Castro, Josué Corozo, Andrea Pérez y Fabricio Layedra, alumni y orgulloso ingeniero en Ciencias de la Computación de la promoción 2020.
Esos valores, cultivados en aulas, laboratorios y noches interminables, se convirtieron el último sábado en sonrisas, abrazos y diplomas. Fue un día que marcó para siempre la memoria de los 228 nuevos graduados de la Facultad de Ingeniería en Electricidad y Computación (FIEC), quienes culminaron su formación en Computación, Telemática, Electrónica, Electricidad y Telecomunicaciones. Desde muy temprano, la ESPOL tenía otro ritmo. El brillo del sol incandescente no estaba solo en el cielo despejado, sino también en los ojos de quienes llegaban con sus mejores galas y el corazón desbordado de orgullo. Las madres ajustaban trajes con manos temblorosas, los padres organizaban fotos, los hermanos grababan cada instante.
En los senderos del campus se cruzaban risas, exclamaciones y hasta lágrimas sin que nadie intentara ocultarlas. Las publicaciones en redes sociales comenzaban a inundar con mensajes como: "Gracias FIEC, gracias familia, gracias vida", escribían, conscientes de que estaban cerrando una etapa que no se repite.
La ceremonia combinó solemnidad con alegría genuina. Las autoridades de ESPOL y de cada facultad, nuestro decano y sub decano, Jorge Aragundi y Rafael Bonilla, acompañaron a los graduados desde la tarima, aplaudiendo y tomando incluso fotografías. Querían capturar el momento.
Mientras que entre los estudiantes, en el rostro de cada uno se notaba la historia detrás del título. Muchos cerraban los ojos por un instante, intentando atrapar ese segundo que no vuelve. Y es que no era solo una ceremonia: era la celebración del camino recorrido junto a profesores exigentes, amigos que se volvieron hermanos y familias que nunca soltaron la mano.
Este 2025, un total de 1.319 graduados de toda la ESPOL ascendieron juntos un nuevo reto como profesionales. Pero más allá de la cifra, fue una jornada para celebrar también a quienes acompañaron de cerca cada caída y cada levantada. Se vieron besos, abrazos y lágrimas, sí, pero de alegría profunda; se escucharon promesas al oído, se intercambiaron miradas cómplices que decían sin hablar: “Lo logramos”. FIEC fue testigo y protagonista de esa emoción multiplicada por 228.
La rectora de ESPOL, Cecilia Paredes, fue quien ofreció el mensaje final, cálido y directo al alma. “Sean líderes que no se conforman con el mínimo esfuerzo, sino que aspiran a la excelencia. Líderes que transforman las dificultades en oportunidades (...). Recuerden que la voluntad de aportar al mundo es lo que realmente deja huella”, dijo. Y luego, con la mirada encendida de esperanza, añadió: “Son el rostro del Ecuador que queremos construir: que valore el talento, apueste por la equidad, que impulse la sostenibilidad y la transformación digital con propósito.”
Al final del día, mientras algunos seguían tomando fotos con el campus de fondo y otros buscaban a esa profesora que les creyó cuando ellos dudaban, la emoción no bajaba. Los 228 graduados de FIEC cierran este capítulo con el alma llena. Se llevan conocimiento, sí, pero también una comunidad que los vio crecer. Saben que este no es un adiós, sino el inicio de nuevas rutas. Porque cuando los sueños se abrazan y se visten de toga… empiezan a caminar hacia el futuro.
By: NMCH
