Se trata en el desarrollo de este tema de estimular el desarrollo en nuestro país de las técnicas electrónicas al servicio de la medicina en general, y de una de las patologías que más se ha beneficiado del desarrollo de esa tecnología: la sordera.
Esto es una entidad que afecta en términos generales al 1% de la población mundial, porcentaje que se ve incrementado cada año cuando aumentan los traumatismos craneales y el ruido por el crecimiento de los medios de transportes, cuando las industrias instalan maquinarias cada día más complejas, y enormes complejos producen ruidos que sobrepasan los 85 db, durante 5 días por semana y 8 horas diarias, de la misma forma el aumento de la población mundial que da lugar a un incremento de niños afectados de problemas auditivos y el crecimiento de las expectativas de vida de la población hasta un promedio de 75 años, lo cual trae como consecuencia que el número de jubilados y senesientes en general se incremente anualmente y eso tiene como consecuencia que crezca anualmente el número de ancianos con presbiacusia que necesitan de ayuda protésica, para mejorar su calidad de vida.
Todas estas consideraciones seniales hacen reflexionar al hombre, sobre como ayudar con su desarrollo científico y tecnológico a la solución de los grandes problemas humanos, y a la electrónica en este caso, juega un papel importante al desarrollar toda una cantidad de máquinas sofisticadas que ayudan al médico a diagnosticar éstas patologías y mejorar la calidad de vida, procurando a los sordos una alternativa válida para mejorar su comunicación
con sus semejantes.
Así nace el audífono u otoamplífono que vino a retomar y reemplazar viejas aspiraciones de científicos de centurias anteriores que preocupados por estos aspectos de quehacer humano, trataron de aplicar otras soluciones mecánicas como la corneta, la trompetilla, a la simple palma de la mano, con lo cual lograban ganancia de algunos decibeles.
El audífono ha ido ganando en desarrollo tecnológico en la medida que la electrónica ha ido resolviendo y mejorando sus necesidades y posibilidades modificando formas, tamaño, rendimiento, adaptándose a las necesidades del hombre y tratando de vencer incluso la vanidad del hombre, hoy es una realidad.
Nuestro país ha empezado su despegue tecnológico, y en este camino es necesario la formación de equipos multidisciplinarios para que la investigación de las necesidades de nuestra sociedad, puedan conducirnos a la materialización de proyectos encomendados, y dejar de ser simples espectadores del desarrollo, sino actores del mismo y constituirnos: de simples importadores de equipos en productores de tecnología, para bienestar de nuestra economía y beneficio social.
